martes, 30 de noviembre de 2010

Lanús acertó sobre el final y empujó a Huracán a la promoción

Lanús venció a Huracán por 2 a 1 como visitante. Paolo Goltz y Gonzalo Castillejos marcaron los goles para los de Schurrer. Filipetto había puesto el empate transitorio para el local, que quedó en zona de promoción. Mario Regueiro se fue expulsado.

La noticia del día estuvo en Cataluña, a miles de kilómetros de Parque Patricios y con muchas menos estrellas en cancha de las que puede presentar un derby español, entre el Barcelona y el Real Madrid. Sin embargo, sería bueno, saludable y auspicioso, que cada persona que intenta ser jugador de fútbol en el planeta- o que ya esté haciéndolo- pida el video de ese encuentro para aprender como es que el fútbol, en su máxima expresión de simpleza, puede regalar un espectáculo semejante.

Mucho más terrenal y cercano, estuvo el choque entre Lanús y Huracán por la decimosexta fecha de un Apertura plagado de equipos austeros, especuladores y sin paladar por la estética de un juego diagramado para encandilar. Sin embargo, en ese duelo de intenciones, fueron los de Schurrer quienes pusieron eje en la pelota. Desde los pies de Guido Pizarro- sobre todo en la segunda parte- Lanús partió siempre desde el piso y con la cabeza levantada en busca de un compañero.

Los goles de Goltz- tras un buen centro de Grana- y Filipetto- luego de una jugada preparada de pelota quieta- merecen sólo la mención cronológica de un partido que ganó en emoción recién en la segunda mitad, cuando uno y otro se dieron cuenta que repartir puntos no le convenía.

Así, este Lanús más ordenado que ambicioso, pero con tres delanteros y una libertad mayor para que Pizarro juegue cerca del área, supo ser más que un Huracán que se cae en el promedio y que su horizonte más lejano lo ve en un torneo de menor categoría. Y así, con estocadas del Barón (falta tanto aún para ser Conde) Pizarro, Lanús tuvo mayor inquietud por llevarse los tres puntos. Fue él mismo el que contó con tres oportunidades de gol, que ganaron en peligrosidad con el tiempo: primero definió débil tras una buena asistencia de Silvio Romero, luego le puso algo más de fuerza, pero menos dirección y cuando el segundo tiempo ya estaba avanzado, reventó el travesaño con un derechazo que se colgaba del ángulo.

Pizarro fue el dueño de esa mitad de cancha superpoblada, pero que encontró a Pelletieri más cómodo cuando la tuvo toda para él. Con esto, los de Schurrer se adelantaron más en el terreno, empujados por el Caudillo Paolo Goltz y con la firmeza de Luciano Balbi, cada vez más enorme en el fondo.

Aún así, lo de Lanús se disolvió en la ofensiva. Porque esta vez Romero no estuvo inquieto y su ambición no siempre se trasluce en peligro, Regueiro, en tanto, se mostró demasiado estático sobre su izquierda, la cual sólo explotó el primer cuarto de hora. Y de Santiago Salcedo, nueve por imposición y no por características, no hubo noticias. Huracán, por su parte, se animó desde los centros cruzados que encontraron a Caranta siempre bien parado.

Pero al cabo, el premio llegó desde la lógica. Porque el fútbol, aunque se suela renegar de la misma, también la tiene. Y Gonzalo Castillejos, con un gol de su sello agónico, supo darle la razón a quienes pidieron por él ante la pasividad del delantero paraguayo. Lanús ganó, otra vez, porque acertó justo y porque le encontró algo más de gustito al triunfo que su rival.

Ahora, la cosecha del Apertura parece tomar otro color. Pero falta, mucho falta. La distancia con Cataluña distingue miles de kilómetros, las estrellas cotizan valores inalcanzables, pero la idea, esa filosofía de juego que desplegó el Barcelona ante el Real Madrid no puede obviarse. Que Lanús pida ver el video.

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