sábado, 19 de marzo de 2011

Cuando la brújula se rompe, se pierde el rumbo

Lanús no levantó el nivel futbolístico y sin ideas cayó 2 a 0 con Godoy Cruz en Mendoza. Nicolás Olmedo abrió el marcador, mientras que Santiago Hoyos en contra –previa falta de Ramírez- selló el resultado para el local. A los 15 de la primera etapa, y cuando todavía el encuentro estaba empatado, el primer asistente le anuló mal un gol a Mauro Camoranesi por supuesta posición adelantada.

Tras caer en el clásico con Banfield y empatar con Gimnasia de La Plata Lanús se encontró con una nueva derrota. Lo que es peor y preocupa no sólo al cuerpo técnico sino también al hincha granate son las pocas ideas que surgen para plantear un encuentro, crear situaciones o intentar dar vuelta un resultado.

Por su parte, Godoy Cruz arrastraba una espina incómoda desde la primera fecha del Torneo: no poder ganar en condición de local (2 partidos perdidos). Además, el Tomba está jugando por primera vez la Copa Libertadores, lo que le demanda parar desde el arranque un equipo mixto entre titulares y suplentes a causa de fatigas por el cansancio y molestias musculares.

De esa forma se planteaba el encuentro, por un lado un equipo con necesidad de mejorar su juego y por el otro, uno con las expectativas puestas en la Copa, sin dejar de lado el torneo doméstico.

El conjunto que dirige Gabriel Schurrer arrancó retrasado en el campo. El local manejaba la pelota pero no generaba situaciones claras, y de esta forma Lanús se pudo ir adelantando. Gracias a la movilidad de Silvio Romero, los desbordes de Camoranesi y Mario Regueiro llegaron las primeras ocasiones, pero no fueron bien resueltas por los jugadores granates.

A los 15 llegó la primera polémica del encuentro: Diego Valeri ejecutó un tiro libre desde la medialuna que llegó a tapar Sebastián Torrico. El rebote lo tomó el ex Juventus, remató y anotó lo que era el 1 a 0. Sin embargo, el juez de línea anuló mal la jugada por un supuesto offside. Minutos más tarde Godoy Cruz estuvo cerca con un fuerte remate del uruguayo Carlos Sánchez que se fue por arriba del travesaño.

Lanús tenía serios inconvenientes en defensa, sobre todo por la banda izquierda. Por esa zona en el cierre del primer tiempo llegó la apertura del marcador: Fabricio Núñez amagó ante la débil presión de los centrales visitantes, tocó para Nicolás Olmedo, quién penetró por el hueco que dejaban constantemente Carlos Izquierdoz y Luciano Balbi, y definió con categoría al palo derecho de Mauricio Caranta. 1 a 0 y a los vestuarios.

En el comienzo del complemento se pudo ver un cambio de actitud en los jugadores de Lanús, pero esa mentalidad de querer revertir el resultado duró pocos minutos y se transformó en imprecisión. Godoy Cruz con muy poca producción manejaba el ritmo del partido y el granate hacia agua por todas partes.

A los 22, llegó el segundo error de la terna arbitral y fue determinante en el resultado: desborde de Carlos Sánchez –una constante inagotable-, quién mandó el centro al área chica. Rubén Ramírez forcejeó con Santiago Hoyos, el defensor quedó desacomodado y el balón dio en su nuca. La pelota terminó en fondo del arco y selló el 2 a 0 para los de Jorge Da Silva. Saúl Laverni pudo haber cobrado falta en ataque, pero no fue así.

Terminado el partido, el recién ingresado Gonzalo Castillejos estrelló un remate en el palo derecho de Torrico, mientras que Sánchez –figura de la tarde- exigió desde lejos a Caranta, quién envió el disparo al córner.

Lanús y una nueva caída de visitante. Lanús y un nivel de juego que va cayendo de mayor a menor. Lanús y algo que preocupa más que los resultados: no encontrar nunca la forma de plantear desde el arranque los partidos, no generar situaciones claras más que débiles desbordes, y no encontrar la brújula –en este caso ideas- que permitan seguir un camino que resucite las esperanzas de una nueva estrella sobre el escudo granate.

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