sábado, 9 de octubre de 2010

Lanús aprovechó su momento y le ganó a un San Lorenzo sin reacción

Lanús venció 2 a 0 a San Lorenzo en Arias y Guidi por la décima fecha del torneo Apertura. Castillejos y Romero- de penal- marcaron para los de Zubeldía en el complemento y así, Lanús sumó su tercer triunfo consecutivo.

Habrá que pensar en un modelo de auto para este Lanús de Luis Zubeldía a esta altura del campeonato, rebautizado como una carrera de autos locos. Es que en razón de la verdad, Lanús no entra bajo ningún patrón fierrero en su conjunto, aunque en cada una de sus partes se distinguen rasgos de vehículos. Entonces repasemos el desarmadero.

Ante San Lorenzo, tibio, insulso y manso, fue Lanús el que tomó la delantera desde la largada. Y en esa primera curva, casi lo saca de carrera a la visita, porque Pelletieri llegó en condición de nueve para desviar la pelota y que ésta se estrellara en el palo izquierdo de Migliore, que en el rebote le sacó el gol a Romero, cuando apenas iban un puñado de minutos.

En la carrocería, Lanús estuvo mejor plantado. Atrás, el balance lo dieron Hoyos y Goltz, afianzados como en ningún otro encuentro. La rueda de auxilio, Carlos Arce, volvió a cumplir pero sin pasar al ataque, mientras los volantes, vaya paradoja, eran los conductores, pese a que Blanco no tuvo un gran encuentro. Sin embargo, lo más aceitado del coche Granate estuvo en el motor. Pelletieri se ensucia sin horrorizarse y raspa como ninguno y Pizarro le pone el lubricante necesario para que el coche encuentre oxígeno. El Barón(aún le falta para ser Conde) estuvo siempre bien parado, con el GPS nítido en su cabeza por lo que se transformó en la figura del partido, haciéndose cargo del traslado y de la distribución de la pelota.

El tren delantero, en tanto, a puro sacrificio se las ingenió como pudo a lo largo de un primer tiempo demasiado opaco, pese a tener un inicio furioso. Apenas si hubo un remate de Goltz del lado de Lanús y otro de Menseguez por el lado de San Lorenzo que despabilaron una atmósfera somnífera.

En el complemento, Lanús se decidió a apretar el acelerador. Y le alcanzó con quince minutos para luego, sí, bajar el ritmo y dedicarse a pasear con un falcon falto de nafta. Castillejos, primero, encontró una pelota suelta dentro del área tras un córner que desvió Romero en el primer palo y en área chica, su lugar, no perdonó. Y ocho minutos más tarde, Silvio Romero- tras un penal que le hicieron a él- se sacó la mufa para cerrar el encuntro, pese a que aún quedaba media hora de juego.

No lució este gasolero auto de Zubeldía. Cumple, no se sale del libreto y por momentos le falta cambiar la marcha. Aún así, los triunfos lo dejan expectante en una carrera a la que le faltan nueve vueltas y el líder, Estudiantes, lleva una ventaja considerable. Para cruzar la bandera cuadros, la Citroneta de Zubeldía deberá aceitar cada una de las piezas y no quedarse sin combustible sobre esta recta final. No luce, por momentos es fea a la vista, pero si va para adelante, todavía está en camino. Y eso es lo que vale.

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