jueves, 8 de abril de 2010

Capítulo XIII: Contradicciones felíces

Lanús consiguió un triunfo agónico en La Paternal, por 2 a 1 ante Chacarita. Vismara puso en ventaja al Funebrero, pero Gonzalo Castillejos, en 3 minutos, dio vuelta el partido. Blanco y Lisandro López se fueron expulsados.

Hay sensaciones encontradas con el fútbol de Lanús. Por un lado, los triunfos en fila, la suma de puntos y hasta la esperanza de pelear la Copa ( ¿y el campeonato?) entusiasma. La presencia goleadora de Castillejos, la gratificante prueba que cumplió Aparicio en un momento caliente y el nivel en levantada de Aguirre gustan e ilusionan a un futuro cercano. Pero...

Por el otro lado, está el juego. Porque el planteo en La Paternal fue nuevamente de pobretón a amarrete, pasando por la insuficiencia.Lanús regala tiempo, espacio, pelota y sobre todo, regala su condición de protagonista. La línea de cinco insistentemente predica la falta de juego ofensivo, con pocas ideas al momento de pisar el área. Así fue con Chacarita, una vez más, dejado sólo Blanco en eso de patear al arco. Porque ni Leandro Díaz ni Salcedo tienen esa cuota de habilidad necesaria para algún desborde que comprometa una defensa.

Así, el espantoso primer tiempo se fue con algún arrebato de Blanco, que la tuvo de zurda dentro del área, pero definió mal y la pelota se fue ancha.Lo único, porque El Funebrero tampoco tiene con qué medirse de frente a frente con un equipo de Primera División.

Por eso el gol local cayó del cielo, cuando Erwin Ávalos quedó sorpresivamente sólo dentro del área Granate y tocó para Vismara, que sacó un remate preciso desde lejos y se metió por sobre un Marchesín demasiado adelantado. Con el 1 a 0 y ante la falta de ideas, todo se encaminaba a una derrota de esas que se van sin poder hacer mucho más que digerirlas.

Sin embargo, Zubeldía apostó a la velocidad y a cambiar lo extremadamente defensivo, por algo arriegado pensando en el arco de enfrente. Ya sin Blanco, expulsado por una peleíta con López, fue Aguirre el que tomó la batuta por la derecha. Aparicio sumó responsabilidades al momento de mostrarse para agarrar la pelotita y Velázquez por izquierda tomó la lanza.

Claro que no hay que dejar de mencionar a Castillejos. Aquel héroe temporario relegado al banco en los últimos tiempos. El Chalo fue preciso, quirúrgico y puro vértigo. Tal como lo fue en la primera fecha ante Huracán. Así, sin mucho tiempo, Lanús se robó la victoria. Primero, tras un buen intento de Aparicio, que terminó en un rebore del arquero local y que tuvo a Castillejos saltando más que todos para cabecear al empate.

Ahí se murió Chacarita. Lanús avanzó a su gusto, con Fritzler y Pizarro recuperando y pasando rápido la pelota. Aguirre fue quien la condujo, Aparicio se animó al centro atrás y otra vez Castillejos, en su territorio preferido( dentro del área chica) tocó para el delirio.

Lanús vive en estos tiempos una primavera otoñal. Los resultados están llegando y la racha se extiende en Copa y Clausura. Hay contradicciones en cuanto al conformismo. Hay triunfos y puntos que se suman de tres. Hay cosas que corregir. Hay. Y que haya, a esta altura, es lo más importante.

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