sábado, 20 de marzo de 2010

Capítulo X: Algo de Blanco para tanta oscuridad

Lanús venció como local a Racing por 1 a 0 con un gol de Sebastián Blanco en el segundo tiempo.En un partido muy pobre, los de Zubeldía sacaron la ventaja y después no supieron definirlo. Racing, sigue en zona de Promoción.

Se necesito de Sebastián Blanco, para que con una pincelada regale algo de brillo a un partido tan pero tan descolorido. Se necesitó de él, para darle algo de claridad a un presente oscuro como el que atraviesa Lanús. Se necesitó, sí, porque al fin y al cabo, fue el único de los 22 jugadores que intentó hacer algo distinto cuando tuvo la pelota en los pies. Porque entre tanto pelotazo, rechazo, cabezazo, y todos los azos que se les ocurran para manchar una hermosa tarde de sol en La Fortaleza, Blanco pensó, actuó y resolvió.

Había urgencias, presiones y tensiones, pero no es excusa. El horroroso encuentro que armaron Racing y Lanús no encuentra justificativos, pero si explicaciones en los por qué de cómo es la actualidad de uno y otro. Los de Avellaneda, con la soga al cuello con el promedio, nunca se animaron a no perder y por eso, sus limitaciones se hicieron aún más visibles al momento de generar algo de fútbol. Y ni siquiera esa falacia de los tres puntas: Lugüercio - Hauche- Bieler sirvió de envión para buscar el arco rival con algo de ingenio.Racing pelea y recupera la pelota, pero después se muere en dudas al momento de determinar qué hacer con ella.

Lanús no anda mejor, pero tiene espaldas del pasado como para sentirse más relajado. Aún así, el equipo sigue sin responder. Hasta que la tiene su diez, claro. Con Arce por derecha sumado a la mitad de la cancha y Pizarro en un mal día para aportar en ataque, Lanús careció de abastecedores para Salcedo y Castillejos.Y de una salida rápida para explotar la velocidad de un Blanco movedizo. Velázquez, que volvió en buen nivel, no terminó de sentirse cómodo en eso de relegar la marca y se lo vio tímido al momento de atacar. Por todo eso, la primera llegada con algo de riesgo fue pisando los 40 de la primera parte, cuando desde la izquierda, Castillejos cruzó un remate por todo el área que Salcedo, exigído, no logró corregir.Nada más en el PT.

Ya en la segunda mitad, se anunció un partido más abierto. A los 28 segundos, Lugüercio tuvo el primero para Racing y al ratito nomás, Blanco se filtró entre los centrales pero no llegó a definir. Fue un espejísmo. De ahí en adelante, todo se volvió lucha y marca. Feo, muy feo. Hasta que cuando ya todo se volvía sombra y el 0 a 0 parecía un premio para los que salieron a no perder, apareció un centro de Pizarro por la izquierda que recorrió el borde del área grande y encontró los pies de Blanco, que le dio con alma y vida, cruzado, lejos de De Olivera, para el festejo de todo Lanús.

De ahí, hasta el final, pudo aprovechar el local alguna contra pero no lo hizo porque Grana era quien las conducía y no tuvo precisión para darle otra estocada a este Racing, que otra vez fue toda impotencia y desazón.

El arco en cero de local, tres puntos para escalar algunos peldaños en la tabla y algo de confianza en algunos jugadores de cara a la finalísima del miercoles. De funcionamiento y juego colectivo, poco. Lanús lo ganó porque ese de la camiseta 10 se iluminó e iluminó a todos. La oscuridad continuaba, pero le pusieron Blanco. Se necesitaba.

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